24.10.12

En esos momentos

Siento cómo me resquebrajo por la espalda y un animal surge de mis entrañas. Me desdoblo en testigo silencioso por un lado y en salvaje por el otro. La parte racional, social y civilizada, que es testigo de la escena, tiembla de horror en un rincón, cierra los ojos y se tapa los oídos. Pero no es suficiente, la escena es escandalosa. Sé que estoy presenciando algo que en cuanto termine producirá en mí un arrepentimiento infernal. Tengo miedo de mí mismo en esos instantes para serte honesto. El animal en cambio es placer puro, detrás de esa hostilidad hay libertad. El horror esconde una explosión de energía contenida. En ese momento se grita por todos los silencios, son todas las palabras impronunciadas a la vez, como si fuera un discurso a toda velocidad. Un momento de egoísmo donde uno es solo uno a pesar del resto. Esos raptos de valentía aparecen también a la noche, y si tenemos libreta y birome a mano, o una guitarra, o un pincel, podemos gritar eso que grita en la mente.

Flash Labels by Way2Blogging

Seguidores